Un Atardecer en Familia
Después de un
día de arduo trabajo, mi padre y mis hermanos regresan a casa, mientras mi
abuelo sigue dedicado a su carpintería, donde transforma la madera en hermosos
botes y lanchas, testimonio de su habilidad y dedicación.
Las Tareas
de la Tarde
Una vez en
casa, el trabajo no termina. Se aseguran de encerrar a los animales en el
galpón, brindándoles abrigo durante la noche. Los cerdos son alimentados, se
trae agua fresca del pozo y los portones del gallinero, junto con la fragua, se
cierran. La leña seca se guarda cuidadosamente para futuros usos. Todo esto se
hace mientras nuestra madre prepara la cena, creando un ambiente de calidez y
hogar.
La Cena
familiar
La cena es un
momento especial, y hoy nos deleitamos con una cazuela de mariscos que se cuece
lentamente sobre el fogón. La gran olla desprende aromas irresistibles que
llenan la cocina, mientras en el rescoldo del fogón se cocinan papas, añadiendo
un toque rústico y delicioso a la comida.
La Luz que
Ilumina la Noche
La iluminación
es sencilla pero encantadora: un mechero hecho de un tarro de café, del que
cuelga un trozo de género, proporciona una llama cálida que ilumina la cocina a
medida que la noche se asienta. Este pequeño fuego es testigo de las historias
y risas compartidas en torno al fogón.
La Reunión
Familiar
Cenamos todos
juntos, sentados alrededor del fogón. El calor de los palos secos que se queman
lentamente nos envuelve, creando un ambiente acogedor y familiar. Este momento
es más que una simple comida; es una oportunidad para conectar, compartir y
disfrutar de la compañía mutua después de un día de trabajo duro.
La vida en el
campo, con sus rutinas y rituales, nos enseña a apreciar las pequeñas cosas y a
valorar la importancia de la familia y la tradición. Cada atardecer es una
celebración de la vida sencilla pero rica en experiencias y amor.
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