Costo actual en el Cruce del Canal de Chacao, dolor económico para los
chilotes, es el más caro del mundo, con precios abusivos que son incomprensible
y para los cuales se les ha extendido toda clase de subsidios y resguardos de
competencia, ya que no obstante existir Cruz del Sur y Transmarchilay, estos
pertenecen a la asociación gremial ARMASUR que se han adueñado de las
principales rutas de conectividad con valores usureros. Chiloé depende para su
funcionamiento y administración de Puerto Montt, allí radican los servicios de
mayor complejidad que la población necesita para resolver sus problemas y
oportunidades de desarrollo. Las carencias del archipiélago han sido una
oportunidad para instaurar un cobro usurero en el transportes de los ferries, con unos treinta
minutos de navegación, que se soporta estoicamente por la población isleña, y
la complicidad del estado chileno que lo permite. Desde unos 2.500 pesos (US$1,25 por Km.) por
bicicleta, vehículo chico $12.600 (US$3,8 por Km.), camiones $40.400 (US$12 por
Km.), hasta viajes especiales de casi 5000.000 pesos (US$149 por Km.), y unas
250.000 operaciones anuales. Si se compara con Europa, donde los diversos
servicios y productos son caros, sus buques poseen estándar de punta, y de
primer nivel, en promedio las bicicleta US$1,0 por Km; vehículo chico US$1,6 por Km; camiones US$5,5
por Km. Son una realidad que deben explicar las empresas concesionarias de la
travesía del Chacao y las autoridades.
Por otro lado, la seguridad es deficiente ya que solamente existe un
oficial, el capitán, y uno en la maquina sin apoyo para hacer turnos de
trabajo, que los pueda reemplazar, o en casos de incendio, varamiento, blackout
o apagón total de la nave en medio de las intensas corrientes del canal solo
quedaría esperar un milagro de Dios para no terminar en un desastre. Es así
como se entiende la responsabilidad social empresarial y la letra muerta de la
Directemar como un servicio de excelencia, y el Gobierno que permite los abusos
como asimismo la falta de fiscalización.
No más abusos en el Canal de
Chacao.
JOSE PACHECO SANCHEZ
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